Vi ses

Hur är det?

Me preguntan si me ambiento, y la verdad, no lo sé.
Supongo que sí, recuerdo mucho, muchísimo, constantemente, pero me siento mejor.
Recordar no tiene porqué doler, puede sacarte muchas sonrisas, o incluso carcajadas.
Suecia no me hizo más que bien, así que no quiero menospreciarla.
Me veo muy diferente a aquella Alba de hace tres meses, aquella que después de deshacer la maleta se derrumbó. Lo veía todo muy oscuro. ¿Que narices hago aquí? ¿Porque no estoy en casa? ¿Donde me he metido?.
Sí, eso era lo único en lo que podía pensar, y para que negarlo, lo pasé mal.
Tenía dos opciones, adaptarme o abandonar, y elegí adaptarme. No os imaginais lo que me alegro de ello.
Ahora en casa, también he tenido que escoger. Perderme allá por los recuerdos o aterrizar.
Y sabéis que? Estoy aterrizando, aunque sea lentamente. Todos necesitamos nuestro tiempo.
Mi cajita de recuerdos de Sweden, estará siempre ahí. No tengo por que preocuparme.
Y lo que Suecia me enseñó, no lo voy a olvidar.

Yolo.

Familjen

No sé si publicare más entradas en este blog, la verdad, no tengo ni idea.
Y ya hace tiempo que quería hablar sobre ellos aquí, así que lo hago ahora, antes de que se me olvide.
Recuerdo cuando salieron nuestros nombres en el sorteo. Podrían haber salido nombres que me hubiesen hecho muchísima más ilusión, pero no. Salieron esos cinco: Susana, Alicia, Nel, Samuel y Alberte.
Ahora más que nunca me alegro de que saliesen.
Pude conocer a cinco personas increibles. Cinco personas que apenas conocía de vista y poco más, y que ahora son mi familia.
Cinco personas con las que pasé tres meses pero podría haber pasado una vida.
Sé que Suecia fue increíble, pero también sé que no habría sido ni parecido sin ellos.
Suecia se encargó de juntarnos, y nosotros de unirnos.
Aprendimos a querernos. Dejando a un lado las discusiones, los choques y las palabras.
Aprendimos a ser la banda.
No pienso olvidaros.

Grande. Mágico.

Hola. Soy Alba. Estuve en Suecia. Pero no ahora. Ahora estoy en España.
Me duele demasiado eso de pensar que hace unos días estaba allí, 3000 km más arriba. Con todas esas miles de cosas que ahora tanto extraño.
Es complicado. Querría estar tan contenta como el resto de la gente. Pero no puedo, he dejado más de lo que nunca pensé atrás. Y me dicen que piense en que siempre puedo volver, pero hay cosas que no volverán, y eso lo sé, no voy a engañarme.
Mi abuela dice que soy una seca, pero es que por mucho que digan, tres meses pueden hacerte muchos cambios ahí dentro. Es imposible llegar y dejar que todo vuelva a ser como antes. Porque lo quieras o no siempre habrá un antes y un después.
Ahora necesito mantenerme ocupada, o pensaré en aquello, y caeré. Hasta el fondo, con toda la mierda de siempre.
Y no me interpretéis mal. No digo que esto sea horrible. Al fin y al cabo es mi casa, .mi familia, mis amigos, mi vida. Pero restándole tres meses increíbles.
Me siento perdida. Más de una vez quise estar aquí, quise ver a los que veo y quise tener lo que tengo, pero algo cambio en mi cabeza, y aprendí a vivir sin necesitarlos, lo cuál no quiere decir que dejase de quererlos, ni mucho menos. Y ahora, tengo que volver a cambiar el chip.
Ahora tengo que enterarme de una vez, que no me voy a volver a despertar con el nórdico gris, que no oiré a Chopper andar por los pasillos.
Que no tengo que ir a Tibble, tengo que ir al femenino.
Que no me volveré a encontrar a los de NA1A, porque ya no voy en su clase, voy en 1ºC de BAC.
Que no tendré que pasar más horas escuchando música y mirando por la ventana en el trayecto Norrtälje - Täby.
Solo puedo recordar. Pero eso es un riesgo demasiado grande, teniendo en cuenta que si recuerdo caigo.
Dicho esto, voy a ocuparme.

I sit and wait

Hasta pronto

Estamos a día 11 de Noviembre, nuestro billete de vuelta es para el día 15. Es ahora, cuando tengo que aceptar que esto terminó.
Hace una semana que no paro de ver aviones en el cielo, supongo que me dicen que ya toca irse, o tal vez sea que antes estaba demasiado ocupada mirando el paisaje y no miraba al cielo.
No os hacéis una idea de lo que voy a echar de menos esto.
Los oy oy oy oy de Lelle.
Los union de Ankie.
La música de fondo con Linda.
Las millones de anécdotas de Christopher.
Los "linje sex hundra sjuttosex" to Stockholm o Norrtälje.
Los abrazos de Linda. Nuestras charlas.
Los "hola amigos" en cualquier lugar.
Las miles de risas.
El yogur sin azúcar,
Los "do you understood?" y "the power of the volume".
Las sobremesas.
Las escapadas a Estocolmo.
Los 3 por 10 del Hemköp.
Pasar el tiempo con esos cinco que han sido mi familia.
Y esas miles de cosas que no he escrito aquí.
Todo.
No hay nada que no vaya a echar de menos.
Ni tampoco nada será exactamente igual, porque aunque sea lo mínimo, algo he cambiado.
Than you so much Sweden.

"Logon"

La vida son dos días, lo queramos o no.

Vas a sentarte para ver como se pasan?

Feliz día!

M83 Midnight city

Tack

Recuerdo el día que llegó mi segunda maleta. Sé que puede ser una tontería, pero quiero hablar sobre ello.

Serían las cinco de la tare cuando llegué a casa, entré en mi cuarto y vi una caja sobre mi cama, totalmente empaquetada. Recuerdo que en mi mente empezó a formarse la imagen de mi padre en la oficina empaquetándola. Cuando estás fuera de casa esos recuerdos saben a dulce.

La abrí corriendo y encontré mi bolsa roja, que también abrí en menos de cinco segundos. Cuando la tuve abierta me limite a mirarla y me puse a olerla. Recuerdo que Linda me miró raro, supongo que lo entenderá cuando llegue a España. Aquel día yo solo buscaba oler España, oler casa, sentirme más cerca a base del olor de un simple suavizante.

Ahora casa es Suecia. No intento decir que haya olvidado España, ni mucho menos. Simplemente que esto se ha convertido en casa, aunque fuese a corto plazo.

Sé que cuando vaya en el avión de vuelta a España me acordaré de esto. Sé que cuando empieza a deshacer la maleta buscaré el olor del suavizante de Ankie. Sé que los domingos intentaré desayunar tostadas con queso. Sé que cuando note las sábanas de mi cama echaré de menos los nórdicos.

Sé que esto va a ser difícil. 

Pero cuando llegué ya sabía que era para irme.

Vi ses!

El país de los abrazos.

Hoy fue nuestra pequeña fiesta. Nuestro momento. Nuestra despedida.
Ramona, nuestra profe de inglés, decidió hacer un thanks giving diferente este año, especial para los spanska guys, y fue genial.
Todos contribuimos  había muffins, donuts, bizcochos, tiramisú, y todo lo que os podáis imaginar, todo ello sumado a bebida, confeti y como no, música.
No sé ellos, pero yo respiré alegría.
Hubo bailes, discursos, cantos, sonrisas, fotos y abrazos, miles de abrazos.
Hace poco más de dos meses que conozco a esas personas sé que voy a llorar al despedirlos. A veces es inevitable que la gente se te cuele ahí dentro, llamadlo corazón si queréis.
Mereció la pena conocerlos. Merecen la pena.
Me va a costar despedirme del país de los abrazos. Mucho.

Seis.

Susi tenía razón. Ha llegado un punto en nuestra relación, en el que podemos estar, tumbados en un sofá sin hacer nada, y sentirnos cómodos.

Somos una especie de familia rara.

Pequeños detalles que marcan la diferencia.

6:57 de la mañana. Cuatro minutos para que salga mi bus, si cojo la bici llegaré demasiado tarde. Corre!
No hubo desayuno. Ni tiempo para peinarme, ni para apenas nada. Salí corriendo de casa para poder coger el bus. Esa fue mi mañana. Eso es lo que pasa si te quedas dormida en Suecia.
8:11 de la mañana. Me acabo de bajar del segundo bus. Debería correr. Corro. El bus 627 acaba de parar. Corre Alba, corre! De repente la música se para y los cascos cuelgan, es todo demasiado rápido, miro detrás y me doy cuenta de que mi móvil se ha caído, y no en cualquier sitio, en el lodo, en un maldito charco de barro, como si no hubiese suficiente prado, como para caerse justo ahí. Veo que un chico se agacha y lo coge, se pringa las manos, me lo da, y de repente, los dos hemos perdido el bus, nos hemos quedado en tierra y por si fuera poco, tenemos las manos llenas de barro. Creo que le repetí unas cuatro veces lo agradecida que estaba y le pedí perdón otras tantas por haberle hecho perder el bus. El también iba a Tibble, el también entraba a las 8:20, tenía tanta prisa como yo. Pero dejó de correr para ayudarme. Ese es uno de los pequeños detalles que marcan la diferencia.
3:12 de la tarde. En el hemkop, Samuel y yo estamos comprando los ingredientes para el kake y ya cuando estamos en la caja, así sin más, se me acerca una señora que nos ha oído hablar español y me dice que lo que voy a comprar es nata y no leche, por si me había equivocado ya que los botes son muy parecidos. No me había equivocado, sabía que aquello era nata, pero me sentí infinitamente agradecida a la señora por preocuparse por unos desconocidos.
Amo Suecia amigos.

MUSE UPRISING

Frío por fuera. Cálido por dentro.

Hacedme un favor. No creais eso que dice la gente de que Suecia es un país frío. Lo único frío aquí es el clima.
Tal vez la gente no de dos besos al conocerte, pero te dan un abrazo. Prefiero un cálido abrazo que dos besos artificiales.
Yo me esperaba un país poblado de caras serias y distantes, y sin embargo es todo lo contrario. Lo único que tienes que hacer para conseguir una sonrisa es sonreír. No os imagináis la de sonrisas que me han sido devueltas.
He visto gente con el pelo rosa, he visto chicos tocando la guitarra para alegrar el pasillo, he visto a un chico bailando por puro placer, he visto a gente en zuecos por el instituto, he visto practicamente de todo y me encanta. La gente hace lo que quiere hacer y como lo quieren hacer. Les importa más bien poco lo que opinen los demás al respecto, entre otras cosas, por que hagas lo que hagas nadie va a criticarte. Ellos saben que no merece la pena. En España si eres diferente miles de críticas caeran sobre ti. Y sí, todos sabemos que lo más adulto, o mejor dicho lo más inteligente sería olvidar el tema, pero también todos sabemos lo dificil que puede resultar.
Podría seguir poniendo ejemplos, pero mi familia quiere que cenemos juntos. Y yo también.
Esto es otro mundo.
Frío por fuera. Cálido por dentro.

NORRTÄLJE

A veces me alegro de vivir en mi Norrtälje.
Sí, ese que está a una hora de Stockholm. Ese que está a 50 minutos de Täby. Ese que me hace pasar cada día, al menos unas dos horas en bus. Ese para el que tengo que levantarme a las seis o antes, cada mañana.
Me alegro porque sé que si no estuviera aquí Linda no formaría parte de mi vida, y tampoco Ankie y Lelle. Y les he cogido demasiado cariño como para pensar que tal vez no les habría conocido.
Me gusta Norrtälje porque no es Täby con sus interminables obras, ni Stockholm con su tráfico y su multitud. Solo Norrtälje, con sus prados verdes, con su lago, con su establo de caballos, con su parque, con su mercado anual, con sus buses de biodiesel, con su gente, con casitas y bloques de pisos, con su centro de piedra, con su río, con su piscina de tres metros de profundidad, con su estación, con sus múltiples gatos callejeros, con sus bicis, con su tinding,con su clima, con su gente. Con lo que se ha convertido en mi vida.
Hace sol, aquí en Norrtälje. Raro? Más bien especial.
Me voy a celebrarlo.
Haced el favor de ser felices! Yo lo haré.

Aquí estoy. En un rinconcito del mundo, al que jamás pensé que llegaría, a unos cinco km de Almsta, otro rinconcito que jamás pensé que conocería.
Miro por la ventana, y que veo? Suecia. Veo Suecia y no quiero dejar de verla. He descubierto un tesoro.
Este país es muy diferente y me gusta. Llevo mes y medio aquí y ha sido increíble. Miles de recuerdos, miles de palabras, miles de carcajadas. Quien querría dejar esto?
Jennie Lee acaba de entrar con Estrella. No sabéis el cariño que le he cogido a esa niña. Tiene cinco años y apenas sabe saludar en inglés, yo apenas se hablar sueco, y sin embargo nos entendemos.
Me habla, y me hace preguntas, y no sé como, pero consigo captar lo que me dice. Capto si quiere jugar al escondite, si quiere jugar con Estrella o si simplemente quiere enseñarme más palabras en sueco.
Me quedaría, pero una niña y una gata sueca requieren mi atención.
Sed felices.

Datos generales

Familia: Genial, cogiéndoles cariño.
Linda: Increíble, entendiéndola, dejándola que me entienda.
Suecia: Otro país, otro mundo, descubriéndolo.
España: Casa, estará ahí esperando.
Compañeros: Familia

People help the people

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No sé quien dijo que la tierra a uno siempre le llama, pero esa persona, sabía de lo que hablaba.
Pregúntame por Suecia. Te podría contar las mil y una maravillas sobre ella, pero no es España. O al menos, no es el único lugar que conozco. No es casa. No es donde está mi vida. Y sí, me encanta esto, y pasaría seis meses, pasaría un año aquí. Esto es otro mundo, un mundo que me encanta. Pero no es mi mundo.
Supongo que hoy es uno de esos días que la nostalgia viene a visitarme.
Supongo que es uno de esos días que echo de menos el sol.
Pero no me entendáis mal. No quiero irme. Al menos no aún. Estoy disfrutando de esto. El problema es que tres meses no son comparables a una vida.

Viernes 24 de agosto

Hace algo más de una semana que piso Suecia. Intercambio. Tres meses. Lejos de casa.

Prácticamente esas fueron las palabras cruciales que hicieron que me apuntase a esto. 

Ahora las puedo interpretar de muchas maneras. Pero de momento, vienen para recordarme lo bien que me siento.

Me siento libre. Me siento dueña de mi vida. Supongo que lo necesitaba, todos necesitamos deshacer un poco nuestra rutina. No puedes vivir con miedo al cambio eternamente.

Pero eso sí, todo lo que encuentras una vez que sales de tu casa, son diferencias, ya sean buenas o malas.

La gente piensa de otra forma, actúa de otra forma y vive de otra forma. Tienes que adaptarte si o si, pero la buena noticia, es que adaptarte es una de las cosas más fáciles que hay, simplemente lo harás sin darte cuenta.

Solo llevo unos diez dias aqui, no puedo decir gran cosa, solo que la impresión es mas que buena.